El estrés puede bajar las defensas y desencadenar trastornos mentales
23:35:00El estrés puede bajar tus defensas y desencadenar trastornos mentales Iniciemos esta publicación mencionando algunas de las definiciones más importantes, aunque no son todas, son de las que más me llamaron la atención. (recuerda que en las referencias encontrarás el link de los documentos de los cuales saqué toda la información). Definición de estrés: “El estrés no es algo que pertenece solo a la persona o al ambiente, ni es tampoco un estímulo o una respuesta, sino que más bien es una relación dinámica entre la persona y el ambiente. Esto significa que la persona no es una víctima pasiva del estrés, y que su forma de interpretar los acontecimientos y la manera de valorar sus propios recursos y posibilidades para enfrentarlos, determina en gran medida la magnitud de la experiencia de este. Navas (citado por Naranjo, 2004). Esta definición me parece muy buena, puesto que le da importancia y responsabilidad a la interpretación muy subjetiva que la persona realiza de la situación que se considera estresante. Según Melgosa (como se citó en Naranjo, 2004) “un conjunto de reacciones fisiológicas y psicológicas que experimenta el organismo cuando se lo somete a fuertes demandas”. Con respecto a esta definición, más adelante se desarrolla un poco más, en especial las reacciones fisiológicas desencadenadas por el estrés y que afectan directamente nuestro sistema inmune. La última definición que se presenta es la de Folkman, Lazarus, Gruen y De Longis (como se citó en Naranjo, 2004), que mencionan que “El estrés se presenta cuando la persona identifica una situación o un encuentro como amenazante, cuya magnitud excede sus propios recursos de afrontamiento, lo cual pone en peligro su bienestar. Se presentan de esta manera dos procesos: una valoración cognitiva del acontecimiento y un proceso de afrontamiento. En el primero, la persona valora si la situación puede dañarla o beneficiarla, es decir, cuánto y cómo repercute en su autoestima. En el segundo, estima lo que puede hacer o no para enfrentar la situación, para prevenir un daño o mejorar sus perspectivas. En todo esto juega un papel muy importante las estrategias de afrontamiento que usan para enfrentar la situación estresante y las distorsiones cognitivas o errores en el procesamiento de la información, que permiten interpretar de manera errónea dicha situación. Fases del estrés: Alarma: “ésta constituye un claro aviso de la presencia de un agente estresante. Las reacciones fisiológicas ante este agente son las primeras que aparecen para advertir a la persona que debe ponerse en estado de alerta una vez percibida la situación” (Naranjo, 2004). Ejemplo: cuando un estudiante tiene exceso de estudios o está en época de parciales y entregas finales de trabajo. Si la persona logra hacerle frente y resolver la situación de la mejor manera, la verdadera señal de estrés no llega a materializarse, se convierte simplemente en una advertencia de la presencia de dicho estrés, sin embargo, cuando la situación desborda y supera los recursos de la persona, percibiendose como insuficientes, puede decirse que se toma consciencia del estrés existente. Resistencia: cuando la presencia de estrés se prolonga más allá de la fase de alarma, la persona entra en la segunda fase, denominada resistencia. En ésta, la persona intenta seguir enfrentando la situación, sin embargo, logra darse cuenta de que su capacidad tiene límite, lo cual, en consecuencia puede causar frustración. Se hace consciente de la pérdida de energía que está presentando y la disminución de su rendimiento. Al intentar salir adelante sin encontrar la forma, la persona puede caer en un círculo vicioso (intentar salir adelante sin encontrar la forma), el cual puede estar acompañado de ansiedad ante un posible fracaso (Naranjo, 2004). Agotamiento: esta es la última, la fase terminal de estrés. “Se caracteriza por la fatiga, la ansiedad y la depresión, las cuales pueden aparecer por separado o simultáneamente. La fatiga incluye un cansancio que no se restaura con el sueño nocturno, y generalmente va acompañada de nerviosismo, irritabilidad, tensión e ira. Respecto de la ansiedad, la persona la vive frente a una diversidad de situaciones, no solo ante el agente estresante, sino también ante experiencias que normalmente no se la producirían. En cuanto a la depresión, la persona carece de motivación para encontrar placenteras sus actividades, sufre de insomnio, sus pensamientos son pesimistas y los sentimientos hacia sí misma son cada vez más negativos” (Naranjo, 2004). Aquí es importante reconocer los límites, y que el respeto a estos, pueden llevar a la persona a tener una mejor calidad de vida. ¿Cómo el estrés baja las defensas? explicación biológica. La respuesta al estrés está controlada por el sistema nervioso central (SNC) y la coordinación que este ejerce sobre los tres sistemas encargados de la homeostasis (autorregulación, estabilidad, equilibrio): autónomo, endocrino e inmune. Cuando se expone al organismo a estrés, empieza una activación o respuesta de estos 3 sistemas, lo cual activa algunas neuronas y otras células, liberando distintas sustancias con nombres complicados y llegando hasta el punto de secretar adrenalina al torrente sanguíneo. La adrenalina aumenta las tasas cardiacas y respiratoria y el flujo sanguíneo a los músculos, con lo que se prepara al organismo para emitir una de dos respuestas: pelear o huir (no siempre se trata de salir corriendo del lugar). Durante las fases de alarma y agotamiento (mencionadas anteriormente) del síndrome general de adaptación o síndrome de estrés, ocurre inhibición o disminución del funcionamiento del sistema inmune, como parte de una respuesta normal del organismo ante la estimulación aversiva. las sustancias encargadas de restablecer la homeostasis del organismo y hacer frente a la situación de estrés, inhiben el funcionamiento de los sistemas con mayor gasto energético como el digestivo y el sistema inmunológico. Así, durante la exposición del organismo al estrés, el sistema inmune queda inhibido, por lo que el organismo queda expuesto a la acción de agentes infecciosos del ambiente, es más susceptible a padecer enfermedades, se vuelve más lento el proceso de cicatrización, o incluso puede sucumbir (Gómez y Escobar, 2006). El estrés relacionado con trastornos mentales: Para finalizar este escrito, no se podía dejar de lado la incidencia que el estrés tiene en algunos trastornos psicológicos, los cuales, en muchas ocasiones vienen desencadenados por situaciones que se consideran estresantes para la persona, que sobrepasa por completo sus propios recursos psicológicos, y que da paso a diferentes alteraciones. Entre los trastornos que pueden darse a causa de una situación estresante podemos encontrar: El trastorno por estrés postraumático. Relacionados con ansiedad y depresión. Esquizofrenias. También puede constituirse como un factor de riesgo para los trastornos relacionados con el consumo de sustancias. (Revista Chilena de neuro-psiquiatría, 2002). REFERENCIAS: Gómez y Escobar (2006). Estrés y sistema inmune. Artículo de revisión.Rev Mex Neuroci, 7 (1). Recuperado de: https://escueladecoherenciacardiaca.com/recursos/estreseinmunemejico.pdf Naranjo Pereira, María Luisa UNA REVISIÓN TEÓRICA SOBRE EL ESTRÉS Y ALGUNOS ASPECTOS RELEVANTES DE ÉSTE EN EL ÁMBITO EDUCATIVO Educación, vol. 33, núm. 2, 2009, pp. 171-190 Universidad de Costa Rica San Pedro, Montes de Oca, Costa Rica https://www.redalyc.org/pdf/440/44012058011.pdf Revista Chilena de neuro-psiquiatría, (2002). Recuperado de: https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-92272002000600002
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